No hay un solo tratamiento recomendado, para obtener resultados óptimos lo ideal es realizar una combinación de diferentes tratamientos complementarios como la toxina botulínica, el plasma rico en plaquetas y rellenos con acido hialurónico. El objetivo final es mejorar la calidad de la piel, tonificar y eliminar las pigmentaciones.

No hay una edad determinada. La toxina botulínica se puede usar como tratamiento corrector de líneas de expresión marcadas o como un tratamiento preventivo, en el cual las dosis de toxina utilizada son menores y el tiempo transcurrido entre cada sesión es de por lo menos 1 año.

La toxina botulínica es un producto exógeno (no lo produce el organismo), Se emplea por lo general en el tercio superior del rostro y tiene como finalidad disminuir las líneas de expresión paralizando los músculos faciales de dicha región para quitar las arrugas y mejorar la tonicidad.

El ácido hialurónico es un componente que produce el organismo en forma natural. Su aplicación tiene como objetivo corregir imperfecciones relacionadas con la falta de volumen en ciertas regiones faciales, por lo general arrugas marcadas y profundas, labios, ojeras o puntos lifting para devolver al rostro una apariencia joven.

Las hipercromias faciales se deben por lo general a cambios hormonales producidos en el embarazo, es posible atenuarlas y lograr un tono uniforme de la cara con el empleo de cremas especiales, peeling médico, y mesoterapia específica.

Se puede tratar la flacidez posterior al descenso de peso con técnicas de mesoterapia e hilos tensores. En algunos casos este tratamiento reduce mucho la molestia física y estética. De todas formas la resolución quirúrgica suele ser el tratamiento definitivo en gran parte de los casos.